sábado, 7 de enero de 2012

EL MIEDO, ENTRAÑABLE COMPAÑERO



PROLOGO
 Gabriela D´Arbel

El miedo entra imperceptible y se vuelve parte de nuestra realidad. Es un mecanismo de defensa contra peligros reales o imaginados, concretos o simbólicos, externos o internos. El miedo cumple una función en el proceso de relación con el mundo, una función paradójica, por un lado protectora y por otro paralizante. El miedo está presente durante toda la vida del ser humano, como especie y como ser. No podemos evadirlo, será un compañero tenaz durante toda nuestra existencia.

El miedo no siempre tiene la misma forma, se disfraza, cambia de textura de color. Está en el deseo. Deseo y temor son las dos caras de la misma moneda. Está presente en aquellos que buscan formar parte de la eternidad  y al final terminan abatidos por el dolor y las consecuencias de tales deseos. Está en la irresponsabilidad de abrir puertas prohibidas, con la buena, pero errónea intención de entender el origen y el porqué de nuestra existencia.  En algunas ocasiones habita en la desesperada necesidad de llevar el arte a las últimas consecuencias, perdurar, formar parte de la memoria colectiva.

En mi búsqueda por encontrar dentro de la literatura potosina  buenos narradores en el género de terror, encontré cuentos  interesantes y de gran calidad donde los autores tratan el tema del miedo con eficacia, originalidad y de maneras diversas. Este trabajo sólo pretende ser una muestra de literatura que incluye escritores que tratan el tema del terror de formas diversas y de este modo invitar al lector a buscar más textos y más Autores mexicanos. En este libro incluyo escritores como Amparo Dávila, narradora excelente. Dentro de su cuento “El huésped”  el peor enemigo es de abandono, físico y psicológico donde una mujer lucha contra un siniestro personaje, que su esposo introduce en un hogar ya desecho. Esto es la puntilla que rompe con lo que queda de tranquilidad volviendo insoportable la situación. la escritora, con una narrativa hábil describe lo que no se ve, lo impreciso y lo inquietante. Construye una historia donde el miedo llega en señales silenciosas.  

 El  cuento     “El destino de Bulmaro” de Elisa Carlos nos muestra con un lenguaje  sencillo y eficiente, una historia singular. Donde los  personajes son tan carnales que por accidente podemos incluirlos como parte de nuestra realidad. En estas líneas se transforma lo cotidiano en excepcional. A medida que el lector va siguiendo las historia de este cuento crece la tensión, y sólo se logra romper con un final, indudablemente sorpresivo.

Plasta de artista, es una historia atrapada en  una atmósfera urbana, donde Félix Barbosa plasma las inquietudes del artista contemporáneo ante un mundo desencantado e indolente, la voz narrativa recrea con frescura y naturalidad a los personajes inquietantes de esta historia. 

El cuento breve La Yaya, en este relato regresa la figura mítica de la bruja, del peso de la culpa y cómo los actos trascienden más allá de la persona, a otras generaciones. 

En muchas ocasiones la ciencia es benévola, pero no en el cuento “La finca” de Antonio Pérez, donde los personajes son torturados, por un nuevo descubrimiento, en un afán de prolongar un poco más su patética existencia. La construcción de los personajes y la vasta imaginación del autor vuelven a este cuento, inolvidable.

Roberto Collis en su relato “Para que una mujer conciba” nos lleva por lugares donde todo se vale. Lo tradicional y mágico y  lo totalmente racional chocan en un contraste brutal que cambia la realidad de los personajes.

Estamos conectados al miedo por un cordón umbilical del que no podemos prescindir, nos vuelve cautos, nos aleja del peligro, pero también construye sensaciones placenteras dentro de nosotros que pueden parecer ilógicas, sin embargo disfrutamos, nos sorprende,  sin duda alguna pone a funcionar nuestra afición romántica a cualquier tipo de emoción.